¿Eres de esas personas que disfrutan demasiado una grosería perfectamente utilizada, en el momento exacto y con la entonación precisa? Entonces de seguro has pasado por ese desagradable momento en que alguien pone en duda tu intelecto o incluso tu nivel de educación por el solo hecho de ocupar una de las mejores palabras que se han creado en cualquier idioma.
Probablemente también te han llamado ignorante, porque no tienes un vocabulario correcto y un sinfín de estupideces que jamás te han hecho sentido. Pues bueno, sigue leyendo, porque te tengo excelentes noticias.
Ocupar muchas groserías al hablar no significa que tengas un vocabulario precario, sino que todo lo contrario.
Un reciente estudio publicado por el diario Language Sciences (Ciencias del Lenguaje en inglés) ha comprobado que las personas que ocupan más groserías no son menos inteligentes que aquellas que ocupan menos, de hecho, tienen un mejor manejo del vocabulario y fluidez al hablar. ¿Interesante, no?
La investigación recolectó sus datos realizando un experimento con jóvenes de 18 a 22 años, en una de las pruebas más entretenidas que podrías participar: Vomitar todas las groserías posibles que vengan a tu cabeza durante un minuto y luego de eso hacer lo mismo, pero esta vez con nombres de animales.
Para sorpresa de los investigadores, las personas que más palabrotas soltaron en un minuto, fueron también quienes más animales lograron nombrar, sin importar el género. Lo que los llevó a concluir que efectivamente, las cantidad de groserías que manejas está muy relacionada con la riqueza de tu vocabulario.
Y no solo las personas que dicen más groserías son más inteligentes, sino que también saben ocuparlas mejor.
Porque las personas con mayor manejo de palabrotas demostraron identificar mucho mejor las diferencias entre cada una de las groserías, por ejemplo, saben distinguir las amistosas, de las que se utilizan como insultos e incluso las que sirven como una forma de expresión inofensiva (cuando te golpeas un dedo).
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